Prefácio
PREFACIO
El presente «Tratado de Psicología Revolucionaria» es un nuevo Mensaje que el Maestro otorga a los hermanos con motivo de la Navidad de 1975. Es un Código completo que nos enseña a matar defectos.
Hasta ahora el estudiantado se conforma con reprimir los defectos, algo así como el jefe militar que se impone ante sus subordinados, personalmente hemos sido técnicos en reprimir defectos, pero llegó el momento en que nos vemos obligados a darles muerte, a eliminarlos, valiéndonos de la técnica del Maestro Samael quien en forma nítida, precisa y exacta nos da las claves.
Cuando los defectos mueren, además de expresarse el Alma con su inmaculada belleza todo cambia para nosotros, muchos preguntan cómo hacen cuando varios defectos afloran al tiempo, y a ellos les contestamos que eliminen unos y que los otros esperen, a esos otros los pueden reprimir para más tarde eliminar.
En el PRIMER CAPÍTULO; nos enseña como cambiar la página de nuestra vida, romper: Ira, codicia, envidia, lujuria, orgullo, pereza, gula, deseo, etc. Es indispensable dominar la mente terrena y hacer girar el vórtice frontal para que éste absorba en el eterno conocimiento de la mente Universal, en este mismo capítulo nos enseña a examinar el nivel moral de Ser y cambiar este nivel. Esto es posible cuando destruimos nuestros defectos.
Todo cambio interior trae como consecuencia un cambio exterior. El nivel de Ser de que trata el Maestro en esta obra se refiere a la condición en que nos encontramos.
En el SEGUNDO CAPÍTULO; explica que el nivel de Ser es el escalón donde nos encontramos situados en la escala de la Vida, cuando subimos esta escala entonces progresamos, pero cuando permanecemos estacionados nos produce aburrimiento, desgana, tristeza, pesadumbre.
En el TERCER CAPÍTULO; nos habla sobre la rebeldía Psicológica y nos enseña que el punto Psicológico de partida está dentro de nosotros y nos dice que el camino vertical o perpendicular es el campo de los Rebeldes, de los que buscan cambios inmediatos, de tal suerte que el trabajo sobre sí mismo es la característica principal del camino vertical; los humanoides caminan por el camino horizontal en la escala de la vida.
En el CUARTO CAPÍTULO; determina como se producen los cambios, la belleza de un niño obedece al hecho de no haber desarrollado sus defectos y vemos que conforme éstos se van desarrollando en el niño, va perdiendo su belleza Innata.
Cuando desintegramos los defectos el Alma se manifiesta en su esplendor y esto lo perciben las personas a simple vista, además la belleza del Alma es la que embellece al cuerpo físico.
En el CAPÍTULO QUINTO; Nos enseña el manejo de este gimnasio Psicológico, y nos enseña el método para aniquilar la fealdad secreta que llevamos por dentro, (los defectos); nos enseña a trabajar sobre sí mismos para lograr una transformación Radical.
Cambiar es necesario, pero las gentes no saben como cambiar, sufren mucho y se contentan con echarle la culpa a los demás, no saben que únicamente ellos son los responsables del manejo de su Vida.
En el CAPÍTULO SEXTO; nos habla sobre la vida, nos dice que la vida resulta un problema que ninguno entiende: Los estados son Interiores y los eventos son Exteriores.
En el CAPÍTULO SÉPTIMO; Nos habla sobre los estados Interiores, y nos enseña la diferencia que existe entre los estados de conciencia y los acontecimientos exteriores de la vida practica.
Cuando modificamos los estados equivocados de la conciencia, esto origina cambios fundamentales en nosotros.
Nos habla en el NOVENO CAPÍTULO SOBRE LOS SUCESOS PERSONALES; y nos enseña a corregir los estados Psicológicos equivocados y los estados interiores erróneos, nos enseña a poner orden en nuestra desordenada casa interior, la vida interior trae circunstancias exteriores y si éstas son dolorosas se deben a los estados interiores absurdos. Lo exterior es el reflejo de lo interior, el cambio interior origina de Inmediato un nuevo orden de cosas.
Los estados interiores equivocados nos convierten en víctimas indefensas de la perversidad humana, nos enseña a no identificarnos con ningún acontecimiento recordándonos que todo pasa, debemos aprender a ver la vida como una película y en el drama debemos ser observadores, no confundirnos con el drama.
Uno de mis hijos tiene un Teatro donde se exhiben las películas modernas y éste se llena cuando trabajan artistas que han distinguido con Oscares; Un día cualquiera mi hijo Álvaro me invitaba a una película donde trabajaban artistas con Oscares, a la invitación le contesté que no podía asistir porque estaba interesado en un drama humano mejor que el de su película, donde todos los artistas eran Oscares; él me preguntó: ¿Cuál es ese drama?, y yo le respondí, el drama de la Vida; Él continuó, pero en ese drama todos trabajamos, y le manifesté: Yo trabajo como observador de ese Drama. ¿Por qué? Le respondí: porque yo no me confundo con el drama, hago lo que debo hacer, no me emociono ni me entristezco con los acontecimientos del drama.
En el CAPÍTULO DÉCIMO; Nos habla sobre los diferentes yoes y nos explica que en la vida interior de las personas no existe trabajo armonioso por ser una suma de yoes, por eso tantos cambios en la vida diaria de cada uno de los actores del drama: celos, risas, llantos, rabia, susto, esas características nos muestran los cambios y alteraciones tan variadas a que nos exponen los yoes de nuestra personalidad.
En el CAPÍTULO ONCE; Nos habla sobre nuestro querido Ego y nos dice que los yoes son valores psíquicos ya sean positivos o negativos y nos enseña la práctica de la auto-observación interior y así vamos descubriendo a muchos yoes que viven dentro de nuestra personalidad.
En el CAPÍTULO DOCE; Nos habla del Cambio Radical, allí nos enseña que no es posible cambio alguno en nuestra psiquis sin observación directa de todo ese conjunto de factores subjetivos que llevamos dentro.
Cuando aprendemos que no somos uno sino muchos dentro de nosotros, vamos en el camino del auto-conocimiento. Conocimiento y Comprensión son diferentes, lo primero es de la mente y lo segundo es del corazón.
CAPÍTULO TRECE; Observador y observado, allí nos habla del atleta de la auto-observación interna que es aquel que trabaja seriamente sobre sí mismo y se esfuerza por apartar los elementos indeseables que cargamos dentro.
Para el auto-conocimiento debemos dividimos en observador y observado, sin esta división jamás podríamos llegar al auto-conocimiento.
En el CAPÍTULO CATORCE; Nos habla sobre los pensamientos Negativos; y vemos que todos los yoes poseen inteligencia y se valen de nuestro centro Intelectivo para lanzar conceptos, ideas, análisis, etc., lo cual indica que no poseemos mente individual, vemos en este capítulo que los yoes abusivamente utilizan nuestro centro pensante.
En el CAPÍTULO QUINCE; Nos habla sobre la Individualidad, allí se da cuenta uno que no tenemos conciencia ni voluntad propia, ni individualidad, mediante la auto-observación íntima podemos ver a las gentes que viven en nuestra psiquis (los yoes) y que debemos eliminar para lograr la Transformación Radical, puesto que la individualidad es sagrada, vemos el caso de las Maestras de escuela que viven corrigiendo niños toda la vida y así llegan a la decrepitud porque también se confundieron con el drama de la vida.
Los restantes capítulos del 16 al 32 son interesantísimos para todas aquellas personas que quieran salir del montón, para los que aspiran a ser algo en la vida, para las águilas altaneras, para los revolucionarios de la conciencia de espíritu indomable, para aquellos que renuncian al espinazo de goma, que doblega su cerviz ante la fusta de cualquier tirano.
CAPÍTULO DIECISÉIS; nos habla el Maestro sobre el libro de la vida, es conveniente observar la repetición de palabras diarias, la recurrencia de las cosas de un mismo día todo ello nos conduce al alto conocimiento.
En el CAPÍTULO DIECISIETE; Nos habla sobre las criaturas mecánicas y nos dice que cuando uno no se auto-observa no puede darse cuenta de la incesante repetición diaria, quien no desea observarse a sí mismo tampoco desea trabajar para lograr una verdadera transformación Radical, nuestra personalidad es solo una marioneta, un muñeco parlante, algo mecánico, somos repetidores de sucesos, nuestros hábitos son los mismos, nunca hemos querido modificarlos.
CAPÍTULO DIECIOCHO; se trata del Pan Supersubstancial, los hábitos nos mantienen petrificados, somos gentes mecánicas cargadas de viejos hábitos, debemos provocar cambios internos. La auto-observación es indispensable.
CAPÍTULO DIECINUEVE; nos habla del buen dueño de casa, hay que aislarnos del drama de la vida, hay que defender el escape de la psiquis[i], este trabajo va en contra de la vida, se trata de algo muy distinto a lo de la vida diaria.
Mientras uno no se cambie interiormente será siempre victima de las circunstancias. El buen dueño de casa es aquel que nada contra la corriente, los que no quieren dejarse devorar por la vida son muy escasos.
En el CAPÍTULO VEINTE; Nos habla sobre los dos mundos, y nos dice que el verdadero conocimiento que realmente puede originar en nosotros un cambio interior fundamental, tiene por basamento la auto-observación directa de sí mismo. La auto-observación interior es un medio para cambiar íntimamente, mediante la auto-observación de sí, aprendemos a caminar en el camino interior
El sentido de auto-observación de sí mismo se encuentra atrofiado en la raza humana, pero este sentido se desarrolla cuando perseveramos en la auto-observación de sí mismo, así como aprendemos a caminar en el mundo exterior, así también mediante el trabajo psicológico sobre sí mismo aprendemos a caminar en el mundo interior.
En el CAPÍTULO VEINTIUNO; nos habla sobre la observación de sí mismo, nos dice que la observación de sí mismo es un método práctico para lograr una transformación radical, conocer nunca es observar, no hay que confundir el conocer con el observar.
La observación de sí, es un ciento por ciento activa, es un medio de cambio de sí, mientras que el conocer que es pasivo no lo es. La atención dinámica proviene del lado observante, mientras los pensamientos y las emociones pertenecen al lado observado. El conocer es algo completamente mecánico, pasivo; en cambio la observación de sí es un acto consciente.
En el CAPÍTULO VEINTIDÓS; nos habla de la Charla, y nos dice que verifiquemos, o sea eso de “hablar solos” es dañino, porque son nuestros yoes enfrentados unos con otros, cuando te descubras hablando solo, obsérvate y descubrirás la majadería que estás cometiendo.
En el CAPÍTULO VEINTITRÉS; nos habla del mundo de relaciones, y nos dice que existen tres estados de relaciones, obligantes con nuestro propio cuerpo, con el mundo exterior y la relación del hombre consigo mismo, lo cual no tiene importancia para la mayoría de las gentes, a las gentes solo le interesan los dos primeros tipos de relaciones. Debemos estudiar para saber con cuales de estos tres tipos estamos en falta.
La falta de eliminación interior hace que no estemos relacionados consigo mismo y esto hace que permanezcamos en tinieblas, cuando te encuentres abatido, desorientado, confundido, recuérdate a “ti mismo” y esto hará que las células de tu cuerpo reciban un aliento[ii] diferente.
En el CAPÍTULO VEINTICUATRO; Nos habla sobre la canción psicológica, nos dice sobre las cantaletas, la autodefensa, el sentirnos perseguidos, etc., el creer que otros tienen la culpa de todo cuanto nos sucede, en cambio los triunfos los tomamos como obra nuestra, así jamás podremos mejorarnos. El hombre embotellado en los conceptos que él genera se puede volver útil o inútil, esta no es la tónica para observarnos y mejorarnos, aprender a perdonar es indispensable para nuestro mejoramiento interior. La ley de la Misericordia es más elevada que la ley del hombre violento. “Ojo por ojo, diente por diente”. La Gnosis esta destinada a aquellos aspirantes sinceros que verdaderamente quieren trabajar y cambiar, cada cual canta su propia canción psicológica.
El triste recuerdo de las cosas vividas nos atan al pasado y no nos permiten vivir el presente el cual nos desfigura. Para pasar a un nivel superior es indispensable dejar de ser lo que se es, sobre cada uno de nosotros hay niveles superiores a los que hemos de escalar.
En el CAPÍTULO VEINTICINCO; Nos habla sobre el Retorno y Recurrencia y nos dice que Gnosis es transformación, renovación, mejoramiento incesante; el que no quiere mejorarse, transformarse, pierde su tiempo porque además de no adelantar se queda en el camino de retroceso y por lo tanto se incapacita para conocerse; con justa razón asevera el V.M. que somos marionetas repitiendo las escenas de la vida. Cuando reflexionamos sobre estos hechos nos damos cuenta que somos artistas que trabajamos de balde en el drama de la vida diaria.
Cuando tenemos el poder de vigilarnos para observar lo que hace y ejecuta nuestro cuerpo físico, nos colocamos en el camino de la auto-observación consciente y observamos que una cosa es la conciencia, la que conoce, y otra cosa es la que ejecuta y obedece o sea nuestro propio cuerpo. La comedia de la vida es dura y cruel con aquel que no sabe encender los fuegos internos, se consume entre su propio laberinto en medio de las mas profundas tinieblas, los yoes nuestros viven placenteramente en las tinieblas.
En el CAPÍTULO VEINTISÉIS; Nos habla sobre la Auto-Conciencia Infantil, dice que cuando el niño nace se reincorpora la Esencia, esto da al niño belleza, luego conforme va desarrollando la personalidad se van reincorporando los yoes que vienen de vidas pasadas y va perdiendo la belleza natural.
En el CAPÍTULO VEINTISIETE; Trata del Publicano y el Fariseo, dice que cada cual descansa sobre algo de lo que tiene, de ahí el afán de todos por tener algo: Títulos, bienes, dinero, fama, posición social, etc. El hombre y la mujer inflados de orgullo son los que más necesitan del necesitado para vivir, el hombre descansa únicamente sobre bases externas, también es un inválido porque el día en que pierde esas bases se convertirá en el hombre mas infeliz del mundo.
Cuando nos sentimos mayores que los demás estamos engordando nuestros yoes y rehusamos con ello alcanzar ser bienaventurados. Para el trabajo esotérico nuestras propias alabanzas son obstáculos que se oponen a todo progreso espiritual, cuando nos auto-observamos podemos cubrir las bases sobre las cuales descansamos, debemos poner mucha atención a las cosas que nos ofenden o laceran así descubrimos las bases psicológicas sobre las cuales nos hallamos.
En este sendero del mejoramiento el que se cree superior a otro se estanca o retrocede. En el proceso Iniciático de mi vida se operó un gran cambio cuando afligido por miles de asperezas, desengaños e infortunios, hice en mi hogar el curso de “paria” abandoné la pose de “yo soy el que da todo para este hogar”, para sentirme un triste limosnero, enfermo y sin nada en la vida, todo cambió en mi vida porque se me brindaba: Desayuno, almuerzo y comida, ropa limpia y el derecho de dormir en el mismo lecho que mi patrona (la esposa Sacerdotisa) pero esto solo duró días porque aquel hogar no me soportó aquella actitud o táctica guerrera. Hay que aprender a transformar, el mal en bien, las tinieblas en luz, el odio en amor, etc.
El Real Ser no discute ni entiende las injurias de los yoes que nos disparan los adversarios o amigos. Los que sienten esos latigazos son los yoes que atan el alma nuestra, ellos se enfrascan y reaccionan coléricos e iracundos, a ellos les interesa ir contra el Cristo Interno, contra nuestra propia simiente.
Cuando los estudiantes nos piden remedio para curar las poluciones, les aconsejamos que abandonen la ira, los que lo han hecho obtienen beneficios.
En el CAPÍTULO VEINTIOCHO; Nos habla el Maestro sobre la Voluntad, nos dice que debemos trabajar en esta obra del Padre, pero los estudiantes creen que es trabajar con el arcano A.Z.F., el trabajo sobre nosotros mismos, el trabajo con los tres factores que libertan a nuestra conciencia, debemos conquistamos Interiormente, libertar el Prometeo que tenemos encadenado dentro de nosotros. La voluntad Creadora es obra nuestra, cualquiera que sea la circunstancia en que nos encontremos.
La emancipación de la Voluntad adviene con la eliminación de nuestros defectos y la naturaleza nos obedece.
En el CAPÍTULO VEINTINUEVE; Nos habla de la Decapitación, nos dice que los momentos más tranquilos de nuestras vidas son los menos favorables para auto-conocernos, esto solo se consigue en el trabajo de la vida, en las relaciones sociales, negocios, juegos, en fin en la vida diaria es cuando más añoran nuestros yoes. El sentido de la auto-observación interna, se encuentra atrofiada en todo ser humano, este sentido se desarrolla en forma progresiva con la auto-observación que ejecutamos, de momento en momento y con el uso continuo.
Todo lo que está fuera de lugar es malo y lo malo deja de serlo cuando está en su lugar, cuando debe ser.
Con el poder de la Diosa Madre en nosotros, la Madre RAM-IO solo podemos destruir los yoes de los diferentes niveles de la mente, la fórmula la encontrarán los lectores en varias obras del V.M. Samael.
Stella Maris es la asignatura astral, la potencia sexual, ella tiene el poder de desintegrar las aberraciones que en nuestro interior psicológico cargamos. “Tonantzín” decapita cualquier yo psicológico.
En el CAPÍTULO TREINTA; Nos habla del Centro de Gravedad Permanente, y nos dice que cada persona es una máquina de servicio de los innumerables yoes que lo poseen y por consiguiente la persona humana no posee centro de gravedad permanente, por consiguiente solo existe inestabilidad para lograr la auto-realización íntima del Ser; se requiere continuidad de propósito y esto se logra extirpando los egos o yoes que llevamos dentro.
Si no trabajamos sobre sí mismo involucionamos y degeneramos. El proceso de la Iniciación nos pone en el camino de la superación, nos conduce al estado Angélico-dévico.
En el CAPÍTULO TREINTA Y UNO; Nos habla del bajo Esotérico Gnóstico, y nos dice que se requiere examinar el yo atrapado o que lo reconocemos, requisito indispensable para poderlo destruir es la observación, ello permite que entre un rayo de luz en nuestro interior.
La destrucción de los yoes que hemos analizado debe ir acompañado de servicios a los demás dándoles instrucción para que ellos se liberen de los satanes o yoes que obstaculizan su propia redención.
En el CAPÍTULO TREINTA Y DOS; Nos habla sobre la Oración en el Trabajo, nos dice que la Observación, Juicio y Ejecución son los tres factores básicos de la disolución del Yo. 1°—se observa, 2°—se enjuicia, 3°—se ejecuta; así se hace con los espías en la guerra. El sentido de auto-observación interna conforme se vaya desarrollando nos permitirá ver el avance progresivo de nuestro trabajo.
Hace 25 años en la Navidad de 1951 nos decía el Maestro aquí en la ciudad de Ciénaga y más tarde lo explica en el Mensaje de Navidad de 1962, lo siguiente: “Estoy de parte de vosotros hasta que hayáis formado al Cristo en vuestro Corazón“.
Sobre sus hombros pesa la responsabilidad del pueblo de Acuario y la doctrina del Amor se expande a través del conocimiento Gnóstico, si quieres seguir la doctrina del Amor, debes dejar de odiar, aún en su más ínfima manifestación, ello nos prepara para que surja el niño de oro, el niño de la alquimia, el hijo de la castidad, el Cristo Interno que vive y palpita en el fondo mismo de nuestra Energía Creadora. Así logramos la muerte de las legiones de yoes Satánicos que mantenemos dentro y nos preparamos para la resurrección, para un cambio total. Esta Santa Doctrina no la entienden los humanos de esta Era, pero debemos luchar para ellos en el culto de todas las religiones, para que anhelen una vida superior, dirigida por seres superiores, este cuerpo de doctrina nos regresa a la doctrina del Cristo Interno, cuando la llevemos a la práctica cambiaremos el porvenir de la humanidad.
PAZ INVERENCIAL,
GARGHA KUICHINES
[i]Quiere decir el GK que hay saber guardarse de la tendencia que tenemos de escapar continuamente del ahora.
[ii]En la primera edición viene escrito “aliento” tal como hemos dejado, pero realmente es errata, debe leerse: “alimento”, la confirmación de esto la tenemos en el párrafo último del propio capítulo XXIII al que se refiere esta parte del prólogo (que es este: “Cuando uno mismo se da el choque del “Recuerdo de Sí”, se produce realmente un cambio milagroso en todo el trabajo del cuerpo, de modo que las células reciben un alimento diferente.”). En este caso he dejado la palabra original para argumentar el error de modo que quede perfectamente claro que lo es, pero a lo largo del prólogo, me he permitido ciertos cambios menores para paliar en lo posible la confusa redacción de algunos pasajes. Confieso esto desde la seguridad de que no hay duda ni tergiversación en esos pequeños cambios, y remito al lector a la comparación de este texto con la versión facsímil para ponderar la bondad de los mismos.